7 errores que cometen los padres con los niños introvertidos

Los niños introvertidos requieren de una comprensión y delicadeza especial por parte de sus padres. Sin embargo, la falta de conocimientos sobre los rasgos típicos de los introvertidos o su potencialidad hacen que muchos padres no sepan manejar situaciones muy frecuentes adecuadamente. Estas dificultades y errores que describo a continuación suelen ser más frecuentes entre padres extrovertidos, porque les suele costar más entender las peculiaridades de los rasgos introvertidos.

Seas introvertido o no, cualquier padre o madre de un niño introvertido puede tomar nota de estos 7 errores porque le ayudarán a conocer y comprender un poco mejor sus necesidades.

1. Llenar su agenda de actividades

El niño introvertido disfruta su tiempo libre sin obligaciones o compromisos. Desde que son bien pequeños adoran jugar con sus juguetes, leer sus cuentos y estar en su casa. Realmente más que disfrutar necesitan estar en su propio terreno dejándose llevar por sus tiempos, pensamiento y propios entretenimientos. No es que no sean sociables, porque de hecho pueden ser muy sociables, es simplemente que disfrutan estando en casa y necesitan estos ratos para cargar las pilas. Por lo tanto si quieres que tu hijo introvertido se sienta tranquilo, relajado y confiado, limita la cantidad de extraescolares y actividades programadas y dale todas las semanas suficiente tiempo para estar en su casa jugando a su aire. Si después de estar un rato interaccionando observar que se retira, no le fuerces a volver a relacionarse inmediatamente, dale tiempo para que recargue sus pilas.

2. Hacerle pasar vergüenza

Un clásico…pero que no pasa de moda. Cualquiera que lo piense debería darse cuenta de que hacer pasar vergüenza al niño no va a ayudarlo y, sin embargo ocurre con cierta frecuencia porque los padres todavía piensan que la vergüenza hará salir al niño de su caparazón. “‘Venga!, di algo!”, “No te hemos escuchado….Nadie te escucha….¿puedes hablar más alto??” Por favor, no hagáis esto…nunca, nunca, nunca.

3. Delatar al niño

Sólo hay una cosa que puede ser peor para un niño introvertido que hacerle pasar vergüenza y es ser delatado por su propio padre o madre. Una frase como “Rodrigo es muy tímido” puede echar por tierra toda la invisibilidad que el niño tímido o introvertido utiliza para sentirse seguro. El resultado puede ser que el niño evite con más fuerza el contacto social.

4. No animarle

El error más habitual de los padres de niños introvertidos suele ser obligarlos o forzarlos a interaccionar. El segundo error posiblemente sea el de no animarles a salir de su caparazón en ningún momento. Puede parecer algo duro, pero los estudios indican que los niños tímidos o más introvertidos pueden superar ese rechazo inicial a relacionarse con un poco de ayuda de sus padres. Sin lugar a dudas, puede suponer un trago duro para los niños y requerir de una gran paciencia, confianza y mano izquierda por los padres, pero en algunos casos puede ser importante, ya que todos necesitamos interaccionar en nuestra vida cotidiana. El objetivo nunca debe ser que el niño sea el más sociable del planeta, pero sí que pueda  conversar con niños que conoce, saludar a familiares, poder entablar una relación con niños nuevos o participar moderadamente en grupos reducidos.  Mañana publicaremos unas estrategias sencillas que seguro os ayudan. Hasta entonces podéis aprender a educar a vuestros hijos para que crezcan llenos de confianza y libres de miedos aquí.

5. Compartir demasiada información

No a todos los introvertidos les pasa, pero muchos son recelosos de su intimidad. No les gusta que sus intimidades se aireen por ahí y, por lo tanto, se pueden sentir desprotegidos si nos ponemos a contar a sus amiguitos cosas como “Lucía tiene un disfraz precioso en casa” o “A Marcos le gusta mucho tocar a los perros”. El introvertido es capaz de compartir detalles de su vida e intereses, pero prefiere esperar el momento de estar completamente seguro de que la otra persona merece su confianza.

6. Hablar por el niño

Esto no sólo es un error que cometemos con los niños introvertidos sino que suele ser un error que cometemos con todos los niños.  Sin embargo, con el niño introvertido es especialmente importante darle espacio para que sea él o ella el que responda por dos motivos. En primer lugar porque el introvertido puede necesitar sentir que tiene el derecho de no contar nada para sentirse seguro. En segundo lugar porque hablar por un niño introvertido sólo hará que se meta más en su propia madriguera y no realice el pequeño esfuerzo que puede suponer hablar con desconocidos. Si tu hijo es introvertido y no quiere hablar puedes animarlo en privado (por ejemplo antes de una reunión familiar o después para que hable). Si llegado el momento no quiere hablar puede ser bueno que ante la insistencia de otras personas tu respetes su silencio o que le ayudes demostrando como se interacciona; simplemente conversa con otros padres y con otros niños de una manera abierta y tranquila y no pongas toda tu atención sobre el pequeño.

7. Echar por tierra sus pequeños progresos

Ocurre con más frecuencia de lo que pensamos. El niño tímido o introvertido (recordamos que no son lo mismo, aunque muchas veces coinciden) se acerca a otro niño pero no es capaz de decirle nada. En ese momento el padre o la madre le dicen “¿No le vas a decir nada?” “Venga…pregúntale cómo se llama!” y en ese momento en el que evidencian la timidez o la falta de interés del niño echan por tierra sus pequeños progresos. Para el padre extrovertido acercarse a otro niño y no decir nada puede parece poca cosa, pero para el niño introvertido puede ser un gran esfuerzo acercarse a otros niños y lo suyo sería reconocérselo por ejemplo, pasando la mano sobre su cabeza sin decir nada para darle un poco de aprobación y confianza.

Fuente del artículo: Álvaro Bilbao (01/02/2021) https://alvarobilbao.com/edad-4-6-hijo-introvertido-nino-errores-7