Ponemos nuestro esfuerzo, trabajo e ilusión bajo la advocación de María Inmaculada Concepción, para que nos guíe y oriente siempre en el camino de la fe y la atención a nuestros alumnos más necesitados.
Que hermosa sois, oh Madre Inmaculada,
el mismo Dios formó tanta beldad,
te viste el sol, tu pie calza la luna,
tu sien de estrellas coronada está.
Ay, tiéndeme, oh Madre una mirada,
de paz y amor llenadme el corazón,
y por la fe que tu gracia me inspira,
ensalzaré tu pura Concepción.